El embajador español en
Marruecos, Alberto Navarro, se une a la lista de personajes que por sus
declaraciones a favor de Marruecos quedan posicionados definitivamente del lado
del Reino alaui. En una entrevista publicada esta semana vaticinó que la
evolución económica resolverá el conflicto del Sahara.
No resulta creíble ni casual
que el contenido de esta declaración obedezca a una iniciativa personal y
exclusiva del embajador, tampoco el
resto de la entrevista. Un alto funcionario español no puede arrogarse la
capacidad de determinar la posición de la política exterior española en esta
cuestión y únicamente puede entenderse si cuenta con el aval del Presidente Mariano
Rajoy. El Presidente del Gobierno nos tiene acostumbrados a que sean otros los
que expliquen sus decisiones, para unos una estrategia de perfil bajo, para
otros una actitud cobarde.
En la semana de la celebración
del 34 aniversario de la Constitución española, estas declaraciones contradicen
su contenido. Preguntado por las divergencias entre Marruecos y España respecto
al conflicto del Sáhara Occidental la respuesta del embajador fue:
“Sobre el Sáhara occidental, España tiene que
entender que la situación en ese territorio ya no es la de 1975. Se han
producido muchos cambios económicos y sociales. Marruecos ha invertido mucho en
el Sáhara, ha cambiado la población. Son elementos que tenemos que tener en
cuenta para buscar una solución a este conflicto."
El Embajador pretende ignorar
y saltarse el contenido de los tratados internacionales y compromisos
internacionales ratificados por España, como el Pacto Internacional de Derechos
Civiles, y decenas de resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas
sobre el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Precisamente hoy que
se celebra el aniversario de la Constitución española hay que recordar su
artículo 96 que establece que los tratados internacionales válidamente
celebrados “sólo podrán ser derogadas, modificadas o suspendidas en la forma
prevista en los propios tratados o de acuerdo con las normas generales del
Derecho internacional».
El Embajador añadió que
“Marruecos ha invertido mucho en las tierras del Sáhara y la situación ya no es como era en 1975, estos
son logros que hay que tomar en cuenta a la hora de buscar una solución para el
conflicto”. ¿A que logros se refiere Navarro? Figurar año tras año en la lista
de países que vulneran sistemáticamente los derechos humanos. Este año Marruecos
aparece, una vez más, en el informe “The Worst of the Worst: The World’s Most
RepressiveSocieties 2012” .
Lo peor de lo peor, elaborado por la
estadounidense Freedom House. Los saharauis no tienen derechos civiles,
políticos ni económicos en el Sáhara ocupado y las fuerzas marroquíes reprimen
violentamente el movimiento a favor de la autodeterminación. ¿A estos logros se
refiere el embajador? ¿La represión, tortura y corrupción? La destitución del
embajador Navarro debería ser una decisión inmediata.
Luis Mangrané